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Metrópoli, El Mundo, 3/2000
2000 Sobre la exposición «Tejidos Marroquíes. Teresa Lanceta».

A la liberación por la tradición

TEJIDOS MARROQUIES.
TERESA LANCETA.
MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFÍA.
C/ Santa Isabel, 52. Hasta el 3 de mayo.

José Ignacio Aguirre

EL NUEVO LENGUAJE ESTÉTICO DE LA MUJER TAMBIÉN SE VISTE CON COLORES Y FORMAS MAGREBIES

De, por y para mujeres. Teresa Lanceta (Barcelona, 1951) forma parte de ese grupo que ha cruzado ya dos generaciones y que ha reciclado el uso de técnicas, materiales y útiles cotidianos, tradicionalmente asignados a ellas, al arte contemporáneo. En España, desde finales de los años 8o, Antonia Valero, Elena del Rivero, Ana Laura Aláez, Laura Torrado o la propia Lanceta se han ocupado de que el hilo, la tela o el bordado, y todas aquellas enseñanzas que entronizaron a Pilar Primo de Rivera, dejen de ser faenas femeninas para transformarse en herramientas del taller de la creadora.

La vía que ha tomado Teresa Lanceta es la magrebí: tapices y alfombras que durante siglos han definido el trabajo artesanal de las mujeres marroquíes, del alto y medio Atlas, del Anti-Atlas y de Marraquech; que han vestido sus paredes, camas, jaimas y palacios, y que ahora se exhiben en un diálogo directo con la reinterpretación de Lanceta que coge el hilo de los patrones generales dictados por la costumbre. La artista barcelonesa ha distribuido la exposición en dos áreas: en la sala convencional se han situado los tapices y pañuelos saharianos y, en una estancia de paso, como si se tratara de un pasillo y salón, sus obras, variaciones en las que ha debido enfrentarse a las limitaciones occidentales. En primer lugar, la confección es más vasta, según Lanceta, porque "no tenemos sus ojos, nos resulta imposible trabajar ya con hilos para los que nosotras necesitaríamos un microscopio. Tuve que adaptar los tamaños a mis manos y mi vista. De lo contrario hubiera tardado mucho más de los tres años que he empleado".

Lo mismo puede decirse de las dimensiones de las piezas de tela y las claridades: "Salvo las mujeres de Marraquech, todas componen hasta en el resquicio de la última esquina del tapiz. Pero yo estoy condicionada por esa necesidad occidental de tener presente los espacios vacíos". En cuanto a las figuras, el rombo es la forma geométrica dominante: "Me permite una estructura repetitiva variable, que se extiende o contrae según lo precise, frente al cuadrado o el rectángulo, tan empleados en estos 100 años".

Al enfrentarnos al conjunto de los tapices de Lanceta, su inspiración nos remite, como es habitual en su obra, a los maestros de las vanguardias. Por eso explica que "la estancia en el norte de África de Paul Klee, como para tantos otros, supuso un giro en su pintura. Pero lo que Klee acaba plasmando no son las casas, sino los tapices".

"No se ha dedicado la mayor parte de los artistas de este siglo a decir que el arte es una decisión, la realización de una decisión, y que no depende de los materiales ni de las técnicas?", dice Lanceta. Pues toma corte y confección.